domingo, 2 de marzo de 2014

NO HAY REMEDIO

Aquí estoy, sobre las sábanas rosa, desnuda en aquella cama, donde nuevamente te deseo. Observo mi cuerpo, entre luces amarillas, liso y moreno. Mi cuerpo; sediento territorio de tus besos, marcado por recuerdos de tu desbordada pasión. Recinto de sudorosas batallas en largas noches de quejidos, risas y mutismo. Veo, desde lo alto Como acomodas sonriendo mis pechos, en las palmas de tus manos, acariciándolos, mientras una flor se me enciende contra tu carne salada. Veo mis piernas, ágiles conocedoras de tus mimos, que giran cincronizadamente para abrirte el sendero de la perdición. Me veo y no me veo, sobre esta soledad de jueves silencioso, una lámpara roja, y un molde cóncavo buscando su otro hemisferio. Llueve, del sueño al placer, poesía, que solo nuestros cuerpos exploran … y pienso en tu lejano amor, que después de mucho me trajo historias, arte y pasión. Katury.