martes, 12 de noviembre de 2013

OSCAR PACHECO SACSI, CUSQUEÑO DE SANGRE CHUMBIVILCANA, SUS DISEÑOS AKIMONADOS HAN VIAJADO HASTA INGLATERRA, FRANCIA Y SUIZA. DESDE HACE 3 AÑOS HA DECIDIDO PROTEGER SU AUTORÍA COMO DISEÑADOR.

 Oscar Pacheco halló en la moda textil, todo lo que tiene ahora: Encontró a su compañera y hoy esposa Edith Farfán en un taller, tuvo a sus cuatro hijos entre copos de algodón y trozos de alpaca y, ahora está tejiendo con gran ahínco un futuro diseñado para ellos. De no haber sido así,  probablemente hoy estaría trabajando como vendedor ambulante en alguna esquina polvorienta del Cusco.
Hace diez años, era tal su aflicción económica, que un día su esposa viendo que la textileria no daba para más le pidió que se dedicara a buscar un trabajo serio, con sueldo y planilla para comprar la leche de los niños; pero la persistencia y la testarudez chumbivilcana de Oscar lo condujo a descubrir esta mina del arte y el buen gusto, de la que ahora vive agradecido.
 Oscar, es cusqueño, pero con un corazón chumbivilcano, caracterizado por su indómita actitud frente a las dificultades. “Un chumbivilcano nunca se rinde aunque sea en el suelo seguirá luchando hasta morir”, nos dice. Desde pequeño se dedicó a trabajar, porque vivía solo con su mamá y de esa forma ayudaba a sostener el hogar.
 Trabajo largos años en diferentes talleres, su primer trabajo fue a los 13 años como tejedor de pequeñas piezas. Recuerda que por ese primer trabajo le dieron una propina de treinta céntimos, es decir lo que vale un pan. Asimismo, trabajó en Lima, Puno, Juliaca,  siempre metido en el tejido, que lo perseguía como una sombra: “Seguramente mi destino era ser tejedor”, dice.
 Oscar, ya con 33 años y una familia de 4 niños que no cesan de hacer ruido, tiene permanentemente un lápiz y un papel en el bolsillo. Le gusta dibujar, imaginar, crear; se puede quedar horas y horas, pensando que diseño va a utilizar en la siguiente prenda. Para él, el tejido ha sido su salvación desde mucho antes de acabar el colegio.
 ¿OSCAR ERES AUTODIDACTA O TUVISTE ALGUNOS CURSOS DE CAPACITACIÓN?
Estos últimos años, recibí capacitación con el apoyo de PromPerú, esta institución nos manda diseñadores y ellos comparten sus conocimientos, que puestos sobre lo que yo aprendí desde niño me facilitan todo.
 ¿PREFIERES LA ALPACA  O EL  ALGODÓN?
 Trabajo con los dos materiales, pero me gusta trabajar más con la alpaca, debido a que hay bastante demanda para la exportación.
 ¿TUS DISEÑOS TIENEN ALGUNA INSPIRACIÓN ESPECIAL?
 Si, los paisajes, y luego llevo esos horizontes a mis prendas, a mis “obras de arte”.  Sin embargo, se que cada cliente tiene sus gustos, tendencias de colores y yo soy accesible a toda observación, siempre escucho al cliente, a pesar que tengo preferencias por los colores tierra, rojos naranjas y los colores bajos.
 ¿QUÉ ES EMODA PARA TI?
Hace tres años  decidí constituir mi empresa EMODA, pero he venido haciendo trabajos como persona natural desde hace ya buen tiempo. EMODA es mi hogar, y aunque no lo crean, el nombre es la fusión de las iníciales de toda mi familia, incluido yo.
Este año fuimos reconocidos por la Dirección de Trabajo y Promoción  del Empleo, con el premio de “Emprendimiento Empresarial” lo cual, nos enorgullece.
¿TODO LO HACES TU O TRABAJAS CON ALGUNAS COMUNIDADES?
Si, distribuimos pequeñas tareas a ciertas comunidades para que se encarguen de la producción. Es así que ya vengo trabajando hace buen tiempo con la comunidad de Occopata (Dist. Santiago)  y recientemente con Abancay (Apurímac).
Nosotros capacitamos a nuestros hermanos campesinos, les enseñamos como emplear las máquinas, como seguir el diseño que se les proporciona, luego les equipamos en su casa un ambiente para que puedan trabajar allí sin descuidar su hogar; es decir ya no tienen que venir a la ciudad para trabajar, sino les ponemos su propio taller en casa.
Les damos un plazo a nuestros productores para que finalicen con sus tejidos, esto dependiendo del diseño de la  prenda, puede ser entre un día o una semana. Me gusta enseñar, hay  personas que captan muy rápido, por lo general trabajo con mujeres,  como madres solteras o mamás que tienen muchos hijos, así pueden trabajar en sus casas y elegir sus horarios. Hasta ahora me va muy bien con ellas, tengo buenas relaciones, es muy satisfactorio.
 ¿UTILIZAS DISEÑOS INKAS EN TUS PRENDAS?
 Antes solía hacer diseños antiguos como el TOCAPU que son las figuras geométricas andinas, que exhibían en sus telares los Inkas. Hoy, trato de resaltar su iconografía llevándolo a un plano abstracto con modificaciones, con chispazos de imaginación.  Me gusta hacer cosas abstractas en los diseños.
 ¿QUÉ BUSCAN LOS EMPRESARIOS DE TU TRABAJO?
Sé que les agradan mis diseños extravagantes, así por ejemplo las “ruanas” o capas, son las que tienen más salida. Desde hace dos años son las prendas que más se exportan. El mercado de Inglaterra me viene comprando durante un año solamente “ruanas”. 
 ¿EN QUÉ TE INSPIRAS PARA HACER ESAS PRENDAS EXTRAVAGANTES?
 El internet es una buena fuente, encuentro muchas imágenes de paisajes, pero al mismo tiempo, trabajo diseños con formas de animales en abstracto.
Me gusta trabajar con la técnica de tejido “intarsia”, consiste en tejer motivos de diferente color sobre un fondo. Se utiliza para hacer dibujos aislados, que ocupan solo una pequeña parte de la labor y con eso podemos confeccionar vestidos y sacos, es la novedad para este 2013.
 ¿EN QUÉ EVENTOS PARTICIPASTE?
 Participe en los eventos como Perú Moda 2011, y los años siguientes hasta ahora.
(En ese momento algo interrumpe la entrevista, y es que la plancha estaba prendida, una fina capa de humo empezó a ingresar a la sala. Oscar, salió preocupado y volvió sonriendo para reanudar la conversación. Creo que le debo una prenda).
También asistí al evento “Magic Show 2012” que se realizó en Las Vegas (EE.UU). La feria es muy interesante, en ese tipo de eventos los empresarios piden de cinco mil prendas a más, nos quedamos impresionados. Es a partir de esa experiencia que hemos pensado en comprar una máquina industrial y así poder producir y llevar nuestro arte a otros países.
 ¿A QUÉ PARTE DEL MUNDO VAN TUS PRENDAS?
Actualmente mis trabajos se marchan a Inglaterra, Francia y Suiza. Consecuentemente, me gustaría trabajar con los japoneses, pues se distinguen por ser muy exigentes. A mí me gustan los retos.
 ¿CÓMO DEFINES A EMODA?
Innovadora y extravagante.
¿CUAL FUE TU MI PRIMER GRAN RETO EMPRESARIAL?
Recuerdo que hace unos años, me solicitaron  producir 100 chompas en un plazo de un mes. Yo tenía solo cuatro máquinas, pero como era mi primer pedido, que lo requería con urgencia una madame francesa, tuve que aceptar. Me presté algunas máquinas viejitas para cumplir el reto.  Nos pusimos a trabajar, junto con mi esposa, mañana, tarde y noche.  Y  gracias a ese esfuerzo es que hasta la fecha seguimos trabajando con la misma madame. De toda esta experiencia se me viene a la mente la magia de dos palabras: “cumplir a tiempo”, es la clave del éxito.
 ¿TE ENCARIÑAS CON TUS PRENDAS?
Si, te confieso que me encariño porque me gustan mucho, pero nunca he retenido su vuelo, todas siguen su curso, su destino, igual que yo. Recuerdo mucho,  una prenda que hice, muy similar a un kimono, con diseños de pequeñas olas, en relación al agua. La saque por primera vez hace cuatro años y de ahí en adelante ese “kimono andino” tiene mucha demanda.
 A FUTURO ¿CÓMO VES A TU EMPRESA?
Tuve la experiencia de trabajar con una familia dedicada a la producción textil,  y todos los hijos  aportan a la empresa desde sus diferentes profesiones. Yo quisiera ese mismo proyecto para EMODA, deseo dejar a mis hijos una empresa para que ellos continúen.
 ¿Y TU COMO TE VES A FUTURO?
Nunca voy a dejar el tejido y el diseño, siempre andaré con mi máquina que es mi fiel amiga. Yo continuaré hasta la tumba con mis diseños. Hojas en blanco y lápiz están siempre a mi lado, listas para inventar infinitos diseños. Resultan siendo como un abanico de fantasmas que rodean mi máquina. De un diseño tomo una figura, de otro cojo otra figura, y así es la dinámica de mi trabajo en el diseño. 
 Para Oscar, ya repuesto del amago de incendio por plancha quemada, es muy importante la aprobación de sus prendas, y eso lo consigue con su buen gusto. El mismo hace los prototipos,  suele pasar que a veces algo no lo convence. Entonces se mete a hacer otra actividad, hasta descongestionarse y luego retoma el diseño con más calma y mayor inspiración hasta que salga una buena idea.
Oscar, desea con todas las hebras de su alma y las fibras de su carne, poder ser conocido en el mercado internacional del diseño textil. Ya se cansó de compartir sus diseños con otras empresas que las exhiben como suyas. Quiere junto a Edith su esposa, colega, compañera, crítica de moda y amiga, que EMODA, su empresa familiar que surgió gracias a PromPerú, se haga conocida más allá del Océano Pacífico.
Escribe: Adriana Carrión Gonzales.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

CUATRO GENERACIONES DE CREADORES CONVERGEN EN GRETHEL GONZALES

CUSQUEÑA SE PREPARA PARA MARCHAR A WASHINGTON- EE.UU
AQUELLO QUE COMENZO COMO UN JUEGO ES HOY LA PASIÓN DE UNA DISEÑADORA
Grethel Gonzales Sierra, es una joven arquitecta y empresaria diseñadora de origen cusqueño que ha logrado hacer realidad sus sueños; combinar la cultura andina, entretejida con fibra de alpaca, con algunos jaspes de la moda actual y todo ello depositado sobre un magnifico refinamiento arquitectónico.
Ella junto a Varignia Garcia, reconocidas diseñadoras cusqueñas participarán del “PERU FASHION NIGHT IN WASHINGTON”, el próximo 20 de noviembre, y que reúne a los mejores talentos del mundo.
Grethel expondrá sus obras de arte textil, con aplicaciones metálicas, formas y colores vinculados a la iconografía Q´eros. Propone de manera urgente en Cusco, crear un Centro de Investigación, debido a la cantidad de técnicas ancestrales que están en peligro de desaparecer irremediablemente. Está convencida de que el Cusco tiene la capacidad de ofrecer una nueva visión de calidad al mundo, pues “Aquí somos capaces”, dice con una voz solvente.

Hasta el momento, ha participado en una veintena de eventos en muchos de los cuales ha tenido una intervención brillante y ha ganado algunas distinciones importantes: FESTICAN, CUSCO ALWAYS IN FASHION, PERU MODA, entre otros.
Pero esta historia, la de Grethel, no es frágil y tampoco fue un meteórico triunfo de la noche a la mañana; ha sido el resultado del sacrificio y el sudor de cuatro generaciones, la acumulación de experiencias que le vienen desde el bisabuelo Fabián Palomino, pasando por sus abuelos, padres, hasta llegar a ella.
En su trabajo se puede apreciar el sincretismo de lo tradicional y lo moderno; es la combinación armónica de la tradición campesina-provinciana con los conceptos de la moda urbana de expresiones audaces.
¿GRETHEL CUÉNTANOS DE TU FAMILIA?
Yo soy cusqueña de nacimiento, tengo la fortuna de pertenecer a una familia de artistas, mi bisabuelo fue el señor Fabián Palomino, escultor y pintor. En su tiempo fue una persona importante por cuanto ha elaborado la mayoría de las imágenes religiosas de los templos del Cusco, donde hoy la gente se santigua reverente ante sus obras.
 Mi bisabuelo es el autor del retablo del templo de La Merced, además de eso ha decorado el templo de San Francisco, pero la obra que desde la fe católica lo  ha consagrado ha sido su intervención en la imagen del Señor de Qoylloriti, que de por si lo dice todo. De ahí vengo…Luego, mi abuela Maximiliana Palomino, ganadora de muchos reconocimientos. Ella se dedicó específicamente a la imaginería antropológica; es decir con fundamentos históricos y folclóricos.

 Mamá Maxi, fue autora de las muñecas “documentadas”, muñecas que hablaban por si solas, porque tienen un “DNI cultural” en sus trajes, que nos hablan de la sencillez de sus formas, nos dicen su antigüedad, su lugar, su naturaleza, su estado civil, y hasta la fiesta en la que están participando.

 Mi abuela visitaba muchas comunidades indígenas para investigar, hasta conocer a profundidad el traje típico que caracterizaba a cada zona. Se ha preocupado en plasmar el traje típico y en ocasiones también hacia retablos cusqueños como recordando a su padre.

Luego, tengo a mi mamá Carmela, que es arquitecta de profesión, pero está inclinada a la moda. Fundaron con mi padre la empresa “Cariluis”, dedicada a la confección de prendas de alpaca. Lo que comenzó como un hobbie, fabricando una prenda a partir de un tapiz ayacuchano, evolucionó y un día dijeron “a ver voy a sacar una casaca de bayeta”. Mi abuelita la puso en la tienda y se vendió en menos de una semana.

¡Ah!, allí se dieron cuenta que si tenía acogida y en ese momento empezó una línea de producción que persiste hasta hoy. Claro que con el tiempo ha mejorado la calidad en cuanto a material, de la sencilla bayeta pasó a la regia alpaca.
Ahora esta vocación familiar sin pensarlo nos ha conducido a tener nuestro propio taller de trabajo, como las grandes empresas, utilizando la alpaca, con tejido de telar y dominando todo el proceso. Prácticamente somos los únicos que tenemos un taller bien equipado, constituido y legalizado.
¿QUÉ PARTE ES LA QUE TE CORRESPONDE EN ESTE PROCESO MULTIGENERACIONAL?
Bueno, yo tengo una influencia de todo un poco, básicamente a partir de mi madre. De niña mi salón de juegos fue su taller, allí he crecido, cogiendo sus retazos de tela, dándoles forma para mis muñecas. Nunca pensé que esa afición seria hoy la razón de mi vida. En realidad, yo también soy arquitecta de  profesión, pero siempre tuve inclinación por la moda, la pintura, las manualidades; algo de los abuelos estaba en mis venas y se resistía a desaparecer.
¿EN QUÉ MOMENTO DEJASTE EL JUEGO PARA DESCUBRIR SERIAMENTE TU VOCACIÓN?
Cuando tenía 15 años, mi madre me ayudo a plasmar mi primer vestido, me ayudaba con sus críticas, producto de su experiencia.  Ella es una especialista en el telar, ha creado hasta cartillas para la lectura del telar.
Entonces un poco como jugando, al terminar mi carrera de arquitecta, no quería ejercer, pero me gustaba el lado artístico de mi profesión  eso es lo que rescaté de mis cinco años en la universidad; la forma, la figura, el color, las características, el equilibrio, la proporción, todo eso influye al momento de diseñar.
Mi mamá me ha inculcado, enseñado con paciencia a coser un botón, y gracias a ella puedo hacer varias técnicas de tejido como crochet, frivolité, bolillo, palitos, etc. Sin eso nunca podría haber llegado a donde estoy, uno tiene que saber hacer con las manos, para luego enseñar, diseñar, imaginar y ver en abstracto.
¿QUÉ OTROS NIVELES DE CAPACITACIÓN EN MODA TUVISTE?
Esa es una característica mía, desde mi primer trabajo siempre busque superar, cambiar, no copiar, no repetir, buscar algo nuevo. Más tarde, tuve la ocasión de capacitarme en varios lugares, recuerdo al Instituto Mod´Art en Lima. Lo que aprendí en casa me sirvió mucho. Posteriormente tome algo así como un curso con una señora que hacia trabajos con Hilos Tren, la recuerdo, me ayudó, y hoy todas esas porciones de enseñanza, incluso las más pequeñas me sirven.
¿CÓMO LA RECUERDAS A TU ABUELA?
Por ejemplo para hacer los cuerpos de sus muñecos, utilizaba una prensa, molde con cartón, cola  y fuego debajo. Tenía que subirme y bajar de la prensa para hacer presión y ayudar a mi abuela. También preparaba bastante pasta y junto con mi hermano nos ensuciábamos, nos tirábamos bolitas a la cara. Me gustaba jugar mucho a las muñecas y sobre todo con mi muñeca Kukuli que fue un obsequio de mamá Maxi.
¿SABES HILAR? ¿TIENES UNA PREFERENCIA POR LA ALPACA?
 En realidad nunca he trabajado con “pushka”, pero si con tintes naturales, viejas técnicas, utilizando plantas nativas, experimentándolas, como hacia mi abuela. Me gusta la fibra de alpaca porque es un material de nuestra zona. Además que la alpaca tiene un valor mucho más sentimental para nosotros, es cultural y tiene gran calidad, por su suavidad, por sus cualidades físicas.
¿CÓMO SON LOS PRIMEROS PASOS DE “CARILUIS”, CUÁNDO LA CREARON TUS PADRES?
Ellos vieron la necesidad de confeccionar más prendas, y pusieron un aviso en el mercado de Wanchaq, con el pasar de los días, vinieron varias personas que se dedicaban a la sastrería. Los visitantes, pensaron que era fácil, pero la alpaca tiene un proceso complicado de manipular, hay que tener mucho cuidado. Se necesita mucha paciencia, de diez personas solo quedaba una o dos.
Entonces, así empezó poco a poco, desataban y volvían a coser las prendas. Recuerdo que mi papá, no tenía un lugar donde habilitar el taller, teníamos  una máquina doméstica y dos colaboradores; hicieron un gran esfuerzo por comprar una maquina industrial.
Vivíamos en la calle Triunfo, improvisamos un taller, ¡era terrible!, era menos que una barraca con pedazos de puertas y hasta el piso se arqueaba cuando caminábamos. Había mucha humedad y allí mismo era nuestra vivienda.
¿Y EN QUÉ MOMENTO DEJASTE EL JUEGO PARA ASUMIR LA EMPRESA?

Mira, hace unos cinco años, mi padre siempre me repetía que “los papás no son eternos”, y un día me dijo claramente que teníamos que asumir y continuar con esta tarea. Entré a los 30 años. Comenzamos a producir, casi una colección entera que mi mamá ponía en venta. Doña Carmela me decía como trazar, y así empezó. Poco a poco me involucraba más.

Como en toda familia, todos hacíamos todo, aprendí a como calibrar la máquina para hacer tejidos, a escoger los colores en determinada temporada y ver que máquinas podíamos adquirir.

 ¿CON TODO TU “BAGAGES” DE ARQUITECTA QUÉ PROPONES A MANERA DE REVOLUCIÓN?
Mi mamá fue la era del telar de alpaca, siempre moderada. Con mi influencia arquitectónica los estilos han sido más audaces, más atrevidos, tenían un toque más fresco, más juvenil, empezando por los colores, los accesorios, ya no eran tan clásicos. Las carteras ya eran más locas, (jajaja) es un reto permanente a la imaginación.
Comencé por accesorios, empleando incluso otros materiales, con tejido a crochet, cuero, y todo eso. Pero mi esencia es el diseño, yo quiero que un día mis diseños puedan lucirse primero en Cusco y luego en el mundo, sin dejar el nombre de la empresa CARILUIS que crearon mis padres, porque de ellos vengo. También quisiera consolidarme en Paris, ¡sería genial!
 ¿HAS TRABAJADO CON LAS COMUNIDADES INDIGENAS?
Hemos trabajado con la Comunidad de Hercca (Canchis), hemos desarrollado el telar, esa fue una gran experiencia. Más tarde aprendimos de los Q´eros de Paucartambo, sus formas, su iconografía, sus pallaes.
En realidad somos la expresión de todos esos componentes andinos, engarzados en el siglo XXI.

Escribe: Adriana Carrión Gonzales.

domingo, 3 de noviembre de 2013

VARIGNIA GARCÍA ARAUJO: “UN COMERCIO JUSTO CON LA CULTURA ANCESTRAL NATIVA Y UN MERCADO CULTO DISPUESTO A CONOCER NUESTRA HISTORIA”

Varignia, reúne dos condiciones no siempre conexas, es experta en comercialización internacional y al mismo tiempo es diseñadora de modas; pero su preocupación va más allá de lo meramente estético y de la globalización del comercio. Su propuesta tiene que ver con el ejercicio de una nueva dimensión del comercio, aunque parezca imposible; ella nos propone el comercio justo y equitativo con los grupos indígenas que son los auténticos propietarios y herederos de su patrimonio cultural (tinturas naturales, técnicas de hilado, tejido a mano etc).
En su corta y exitosa trayectoria ha conseguido que sus trajes sean usados por ciudadanos de EE.UU, Holanda, Canadá y Chile; atendiendo una nueva demanda del mercado, caracterizada no solo por vestir trajes cómodos y atractivos, sino atender esa inquietud tan humana de saber cuál es la historia de lo que uno lleva puesto.
Dentro de la globalización que vive el planeta es importante para muchos conocer la verdadera dimensión del proceso textil, desde la crianza de las alpacas, pasando por el hilado tradicional, el teñido con tintes naturales realizado bajo técnicas milenarias,hasta llegar a la prenda misma elaborada bajo un diseño y un patrón cultural que nos hace ser diferentes del resto de los seres humanos.
Ese proceso de crianza de las alpacas, el hilado de la fibra, el manejo de los tintes naturales, la forma de yuxtaponer los hilos unos sobre otros, en una construcción que solo las “mamachas” conocen, constituye el Patrimonio Cultural de una Nación, que en la actualidad pocos revaloran, debido a una globalización caótica y sin valores.
A sus 26 años, Varignia culminó la carrera profesional de Ingeniería Comercial y Negocios Comerciales en la ciudad de Arequipa, con cuya base decidió hacer su propio proyecto, ya que consideró que era la mejor manera de emplear sus conocimientos en el ánimo de hacer que el mundo conozca fragmentos de la moda local, la que se usa con orgullo y alegría en el mundo andino.
Posteriormente, mejoró sus diseños, incorporó nuevos elementos como producto de sus estudios, también hizo un trabajo de investigación sobre la cultura local, y junto a esto construyó un plan de exportación enfocado desde la perspectiva del comercio justo, porque ella descubrió que dentro de este propósito todo estaba relacionado.
“En el proyecto vi que los compradores buscaban una esencia,intentaban leer en las prendas la historia que está impresa allí. Para mí que mejor si me permiten contar la historia del Cusco grande a través de mi trabajo”, nos explica la joven artista del tejido.
El 2009 comenzó a trabajar con una empresa en Canadá, como agente de representación, y así poco a poco fue comprendiendo la labor de los artesanos, acercándose a ellos con una mirada distinta. “Tenemos una empresa que exporta accesorios y prendas de alpaca, es una empresa familiar, se llama INKAMODA”, arranca su confesión. “Tuvimos mucho éxito, nos invitaron a varios festivales de Moda, luego me contactaron otros compradoresporque les gusto el trabajo de tintes naturales y la elaboración hecha a mano. En estos ultimos años 2012 y 2013 me invitaron al evento internacional de moda Melangé que se realizó en San Francisco EE.UU,  auspiciado por UNESCO  y  Jean Paul Gaultier. Este año recibí un homenaje, nos comenta.

Varignia, participó en el Melangé 2013, con el tema del “rescate de tendencias del Cusco Perú”. Sin embargo, el compromiso no solo queda con la puesta en escena de mis trabajos, este se enriquece al compartir experiencias y puntos de vista con otros diseñadores de la región, dispuestos a continuar con el arte del rescate.
¿CUÁNDO COMIENZA ESTA DEDICACIÓN POR EL DISEÑO?¿QUÉ ES LO PRIMERO QUE DISEÑASTE?

Desde siempre me gustó todo este tema de la moda, e incluso cuando era pequeña mi mamá me llevaba a observar presentaciones de teatro, danza, desfiles de moda, pero luego decidí estudiar una carrera profesional y conectar mi profesión con la moda. Así nace mi inquietud y mi gusto por el diseño.Quienes me motivaron son mis padres, pues tenemos una empresa en conjunto que se llama INKAMODA.

En la adolescencia me gustaba diseñar vestidos de 15 años, ver como lucían y más adelante los vestidos de promoción y graduación de la universidad. Encontrar que cada prenda tiene su espacio.

¿TU TRABAJO ES MANUAL?

Si, lo que hago, a partir de míinvestigación, es trabajar con una familia de la comunidad de Chinchero que nos han enseñado todo este tema: tejer a mano, palitos, crochet etc. y aplicar bastante textura a nuestras prendas. Lo que más me gusta mostraren los eventos como el de California sonlos diseños en alpaca con diversas texturas.Aplico de todo un poco, como una fusión.

¿PRENDAS CUSQUEÑAS CON MANOS CAMPESINAS?

Hay muchos sentimientos encontrados. Me encanta ver a las mamitas, porque son muy expertas en su trabajo y lo demuestran cuando lucen sus prendas y también cuando trabajamos en conjunto. Siempre conversamos sobre nuevas posibilidades de hacer el hilado, colores, tejidos.

Recuerdo a la señora Fortunata y su familia, quienes nos enseñaron técnicas de hilado y teñido.

Con ellos trabajé mi tesis de investigación, y con ello me gradué. Luego trabajamos en el taller con algunas familias de comunidades para el tema de exportación. Estoy muy contenta con el trabajo de las mamitas porque lo hacen con cariño.

¿PORQUÉ TRABAJAS CON ALPACAY NO CON OTROS MATERIALES?

Primero, porque es el producto bandera del Perú, es una fibra finísima, está dirigida a un mercado A1, jamás pensé que laborando en este medio pudiera llegar fuera del país, y que mis prendas sean exhibidas y lucidas por personajes de BROADWAY. Indudablemente esto se debe a que la alpacatiene un altísimo nivel en las grandes “mercas”.Me gusta repotenciar la cadena productiva de la alpaca, como el hilado artesanal.
En el Always In Fashion 2011, hice una modificación en el hilado artesanal, todo el trabajo está hecho con pushka por mujeres que tiene otros trabajos, pero en la noche se dedican a hilar y así tienen un ingreso extra, es una ventaja, porque les compran la fibra ya elaborada, hilada y teñida. En consecuencia, eso tiene un valor agregado.

¿TUS TRAJES CÓMO SON TEÑIDOS?

Se hierve la fibra junto con las plantas que son el tinte natural, y de acuerdo al tiempo de cocción es que sale el color. Una familia se especializa en el hilado para el tema de exportación y las comunidades de Lucre y Chincherose especializan con la producción depasarela.

EN FAMILIA ES UN PLACER

Varignia, nos cuenta que el trabajo en familia, a diferencia de quienes creen que es complicado es más bien cómodo, “el poder hacer algo con las personas que quieres y amas es bonito”. INKAMODA, empieza hace 10 años como la empresa de mis papás, y yo entró al diseño hace 4 años.

Actualmente, exporta accesorios, abrigos y chales. Una parte de la producción es conservadora, y la otra, para la pasarela, es extrovertida.

Por otro lado, la inspiración para Varignia está en la naturaleza de Cusco, con toda la iconografía andina expresada en los tejidos. Y claro,“que la mujer cusqueña y moderna pueda lucirlo”.

UNA ÚLTIMA PREGUNTA ¿CUÁL ES TU CONCEPTO DE LA MODA?

Está bien seguir las tendencias que se imponen, como por ejemplo las flores para la primavera. Son los parámetros que pone la moda, pero al mismo tiempo, todos quieren algo diferente, hacer una fusión de tu tendencia adaptada a la moda internacional. Me gusta hacer algo que te nace, sin medir las consecuencias, que solo te guste a ti, y punto. Bajo esa particularidad me considero una artista textil.

Escribe: Adriana Carrión Gonzales.