Oscar Pacheco halló en la moda
textil, todo lo que tiene ahora: Encontró a su compañera y hoy esposa Edith Farfán
en un taller, tuvo a sus cuatro hijos entre copos de algodón y trozos de alpaca
y, ahora está tejiendo con gran ahínco un futuro diseñado para ellos. De no
haber sido así, probablemente hoy
estaría trabajando como vendedor ambulante en alguna esquina polvorienta del
Cusco.
Hace diez años, era tal su aflicción
económica, que un día su esposa viendo que la textileria no daba para más le
pidió que se dedicara a buscar un trabajo serio, con sueldo y planilla para
comprar la leche de los niños; pero la persistencia y la testarudez
chumbivilcana de Oscar lo condujo a descubrir esta mina del arte y el buen
gusto, de la que ahora vive agradecido.
Oscar, es cusqueño, pero con un
corazón chumbivilcano, caracterizado por su indómita actitud frente a las
dificultades. “Un chumbivilcano nunca se rinde aunque sea en el suelo seguirá
luchando hasta morir”, nos dice. Desde pequeño se dedicó a trabajar, porque vivía
solo con su mamá y de esa forma ayudaba a sostener el hogar.
Estos últimos años, recibí capacitación
con el apoyo de PromPerú, esta institución nos manda diseñadores y ellos
comparten sus conocimientos, que puestos sobre lo que yo aprendí desde niño me
facilitan todo.
Trabajo con los dos materiales, pero me gusta
trabajar más con la alpaca, debido a que hay bastante demanda para la
exportación.
Si, los paisajes, y luego llevo esos
horizontes a mis prendas, a mis “obras de arte”. Sin embargo, se que cada cliente tiene sus
gustos, tendencias de colores y yo soy accesible a toda observación, siempre
escucho al cliente, a pesar que tengo preferencias por los colores tierra,
rojos naranjas y los colores bajos.
Hace tres años decidí constituir mi empresa EMODA, pero he
venido haciendo trabajos como persona natural desde hace ya buen tiempo. EMODA
es mi hogar, y aunque no lo crean, el nombre es la fusión de las iníciales de toda
mi familia, incluido yo.
Este año fuimos reconocidos por
la Dirección de Trabajo y Promoción del Empleo,
con el premio de “Emprendimiento Empresarial” lo cual, nos enorgullece.
¿TODO LO HACES TU O TRABAJAS CON
ALGUNAS COMUNIDADES?
Si, distribuimos pequeñas tareas
a ciertas comunidades para que se encarguen de la producción. Es así que ya
vengo trabajando hace buen tiempo con la comunidad de Occopata (Dist. Santiago)
y recientemente con Abancay (Apurímac).
Nosotros capacitamos a nuestros
hermanos campesinos, les enseñamos como emplear las máquinas, como seguir el
diseño que se les proporciona, luego les equipamos en su casa un ambiente para
que puedan trabajar allí sin descuidar su hogar; es decir ya no tienen que
venir a la ciudad para trabajar, sino les ponemos su propio taller en casa.
Les damos un plazo a nuestros
productores para que finalicen con sus tejidos, esto dependiendo del diseño de
la prenda, puede ser entre un día o una
semana. Me gusta enseñar, hay personas
que captan muy rápido, por lo general trabajo con mujeres, como madres solteras o mamás que tienen
muchos hijos, así pueden trabajar en sus casas y elegir sus horarios. Hasta
ahora me va muy bien con ellas, tengo buenas relaciones, es muy satisfactorio.
Antes solía hacer diseños antiguos como el TOCAPU
que son las figuras geométricas andinas, que exhibían en sus telares los Inkas.
Hoy, trato de resaltar su iconografía llevándolo a un plano abstracto con
modificaciones, con chispazos de imaginación. Me gusta hacer cosas abstractas en los
diseños.
Sé que les agradan mis diseños
extravagantes, así por ejemplo las “ruanas” o capas, son las que tienen más
salida. Desde hace dos años son las prendas que más se exportan. El mercado de
Inglaterra me viene comprando durante un año solamente “ruanas”.
El internet es una buena fuente,
encuentro muchas imágenes de paisajes, pero al mismo tiempo, trabajo diseños con
formas de animales en abstracto.
Me gusta trabajar con la técnica
de tejido “intarsia”, consiste en tejer motivos de diferente color sobre un
fondo. Se utiliza para hacer dibujos aislados, que ocupan solo una pequeña
parte de la labor y con eso podemos confeccionar vestidos y sacos, es la novedad
para este 2013.
Participe en los eventos como Perú Moda 2011, y
los años siguientes hasta ahora.
(En ese momento algo interrumpe
la entrevista, y es que la plancha estaba prendida, una fina capa de humo
empezó a ingresar a la sala. Oscar, salió preocupado y volvió sonriendo para
reanudar la conversación. Creo que le debo una prenda).
También asistí al evento “Magic Show
2012” que se realizó en Las Vegas (EE.UU). La feria es muy interesante, en ese
tipo de eventos los empresarios piden de cinco mil prendas a más, nos quedamos
impresionados. Es a partir de esa experiencia que hemos pensado en comprar una
máquina industrial y así poder producir y llevar nuestro arte a otros países.
Actualmente mis trabajos se
marchan a Inglaterra, Francia y Suiza. Consecuentemente, me gustaría trabajar
con los japoneses, pues se distinguen por ser muy exigentes. A mí me gustan los
retos.
Innovadora y extravagante.
¿CUAL FUE TU MI PRIMER GRAN RETO
EMPRESARIAL?
Recuerdo que hace unos años, me
solicitaron producir 100 chompas en un plazo
de un mes. Yo tenía solo cuatro máquinas, pero como era mi primer pedido, que
lo requería con urgencia una madame
francesa, tuve que aceptar. Me presté algunas máquinas viejitas para cumplir el
reto. Nos pusimos a trabajar, junto con
mi esposa, mañana, tarde y noche. Y gracias a ese esfuerzo es que hasta la fecha
seguimos trabajando con la misma madame.
De toda esta experiencia se me viene a la mente la magia de dos palabras: “cumplir
a tiempo”, es la clave del éxito.
Si, te confieso que me encariño
porque me gustan mucho, pero nunca he retenido su vuelo, todas siguen su curso,
su destino, igual que yo. Recuerdo mucho,
una prenda que hice, muy similar a un kimono, con diseños de pequeñas
olas, en relación al agua. La saque por primera vez hace cuatro años y de ahí
en adelante ese “kimono andino” tiene mucha demanda.
Tuve la experiencia de trabajar
con una familia dedicada a la producción textil, y todos los hijos aportan a la empresa desde sus diferentes
profesiones. Yo quisiera ese mismo proyecto para EMODA, deseo dejar a mis hijos
una empresa para que ellos continúen.
Nunca voy a dejar el tejido y el
diseño, siempre andaré con mi máquina que es mi fiel amiga. Yo continuaré hasta
la tumba con mis diseños. Hojas en blanco y lápiz están siempre a mi lado, listas
para inventar infinitos diseños. Resultan siendo como un abanico de fantasmas que
rodean mi máquina. De un diseño tomo una figura, de otro cojo otra figura, y
así es la dinámica de mi trabajo en el diseño.
Oscar, desea con todas las hebras
de su alma y las fibras de su carne, poder ser conocido en el mercado internacional
del diseño textil. Ya se cansó de compartir sus diseños con otras empresas que
las exhiben como suyas. Quiere junto a Edith su esposa, colega, compañera, crítica
de moda y amiga, que EMODA, su empresa familiar que surgió gracias a PromPerú, se
haga conocida más allá del Océano Pacífico.
Escribe: Adriana Carrión
Gonzales.
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